Esta ha sido una semana bélica, desde Putin hasta la guerra fiscal española. Pero hoy es viernes.
Han ocurrido cosas esta semana, desde el incendio de los cielos por la muerte de la reina por excelencia al descubrimiento del coste de la vida o los impuestos a eléctricas o bancos.
Se acabó. Llegó el final y cada uno, descorbatado o no, es cada cual y volverá a su afán.
Los precios mantienen su subida por encima de los dos dígitos: 10,4% anual. La media supera el 8,9 y lo mismo con la revalorización de las pensiones que andaría por el 8,7%, lo que supondrá unos trece mil millones de esos que no tenemos.
Se acaba la tortura: un mes de agosto sin corbata y, por supuesto, sin panamá; la elegancia en el chiringuito obliga a ambas prendas. Mira que suprimir la corbata el mes que más la usamos los españoles (modo ironía). Pedro, es imperdonable.
Vale, el Gobierno sostiene cosas imposibles, desde la segunda ronda de inflación a golpe salarial, la regulación del frio en las casas, los gaseoductos para Italia y Sánchez afirma: tu eres Petro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, Porque Sánchez ya no es Pedro, es como Dios, bendiciendo izquierdas latinas.
De las criptomonedas ya les he hablado aquí. Conocen ustedes mi opinión. Comprar monedas virtuales no es una inversión. También, puede usted comprar oro o litio para baterías. Si está de vacaciones en Brasil puede comprar el cromo de un desconocido jugador de fútbol joven, esperando que lo compre el Madrid.
Ya les advertí en mi anterior reflexión que han vuelto (próceres y padres de la patrio). En su retorno se incluyen los profetas y agoreros de turno. Los ministros españoles nos hablan de un riguroso invierno, mientras los analistas no saben si anticiparlo o esperar a que llegue para señalar, atinadamente : yo ya se lo dije.
Manolito es mi gato. Cuando se le pilla en una trastada, el bicho permanece inmóvil, no mueve ni un músculo y mira para otro lado; como si no existiera. El Gobierno y la oposición han vuelto...estrategia gato es necesaria.
El día que les escribí sobre Salman Rushdie les dije, perdonen que me cite a mí mismo, hablando de la libertad de opinión, que "hay palabras viles que pueden y deben ser rechazadas, insultos que deben ser contestados. No propongo proteger la vileza, ni siquiera la de las expresiones de los autócratas; es de las amenazas de...
Un escribiente es, aparentemente, ejemplar. Herman Melville lo bautizó como Bartleby Un día su jefe le pide la revisión de un documento. Bartleby responde: «Preferiría no hacerlo» (I would prefer not to, famosa cita); se niega a cualquier solicitud a partir de entonces, respondiendo con la misma frase.
Afirma la señora Von der Leyen, Úrsula para los amigos, que a Sánchez le persigue la inteligencia. Yo creo, que quieren que les diga, que Sánchez es más rápido.
Estaba yo viendo el partido de futbol el domingo y me puse a pensar. Uno piensa en los partidos, no se sorprendan. Camus afirmó que todo lo que sabía se lo debía al futbol. Es que Camus debía ver también al Madrid y sabe que el equipo tarda en comparecer.
Bien, tenemos líos varios: no solo Sánchez ha roto su silencio para afirmar que no hará crisis de gobierno. Cosa que ha puesto de los nervios a sus ministros.
A los fanáticos, autócratas y teócratas de todo tipo les persigue la inteligencia, pero ellos corren más. La inteligencia yace exhausta hoy en la camilla de un hospital de Nueva York, donde un fanático ha acuchillado a Salman Rushdie.
Como habrán observado en mis atinadas crónicas, la semana ha estado llena de serpientes de verano. O sea, mucho ruido y poca noticia.
Yo ya les avisé, un día de estos llega el apocalipsis y les pilla en modo "casual", sin elegancia, descorbatados. Ha sido quitarnos la corbata y venir un verano ensombrecido por la guerra, una pandemia que continua, una crisis energética y del coste de la vida y un caos de sed y fuego que se apodera de Europa.
Sí; tengo amigos y amigas liberales. De hecho, tengo amigos de todas clases. Incluso me queda alguno de izquierda de verdad verdadera, que tuerce el morrillo con mis crónicas más de lo que les gustaría. También tengo amigos y amigas de la izquierda de toda la vida, pero a estos y a estas les pasa como a mí: hay...
