Yo soy un fascista y el rey cómplice "indepe": todo va bien. Ya pedimos perdón

Lo han dicho de la Moncloa: si dudas sobre el asunto de los indultos eres un "vengativo"; también, quieres el conflicto. Lo ha dicho ese verbo de la tolerancia que es Carmen Calvo, la vicepresidenta: que pidan perdón a Cataluña los del PP; los indultables no hace falta.

Lo ha dicho Ayuso, el rey, si firma el indulto, será cómplice, para disgusto de su partido y de quienes nos gusta la Constitución: el rey debe firmar lo que le pongan.

Así que aquí nos tienen:. Yo soy un fascista y el rey cómplice: todo va bien. La izquierda de verdad verdadera repartiendo, como corresponde, carné de pureza y la derecha verdadera advirtiendo al Jefe del Estado, que es cosa muy de respetar la división de poderes.

Ya pedimos perdón, el rey y yo, a quién haga falta, por su puesto a Carmen Calvo, que tiene muy mala leche y, si hace falta, a los presos catalanes: somos culpables de que prevaricarán, cometieran delitos de cohecho, y hasta de sedición.
8Si no hubiera sido por los que piensan como este cronista, los dirigentes catalanes y catalanas, nunca, pero nunca, hubieran hecho un referéndum ilegal.

Tras oír a Carmen Calvo, esa dirigente tan elegante, ética y reina de la tolerancia de pensamiento, he estado a punto de escribir al juez Marchena para proponerme para entrar en al cárcel en lugar de Junqueras, Jordi Sánchez y el resto de la pandilla. Al fin y al cabo, tengo apellido catalán y podría pasar por héroe.

Debo decirles, estimados y estimadas, si a ustedes les parece, que a mí "lo del derecho de gracia" me parece un insulto a la división de poderes que establece el estado de derecho, cosa más medieval que de constituciones liberales. Pero estar en la Constitución está.

Debo decir, también, que en su momento defendí la amnistía. Y, en condiciones similares, seguiría haciéndolo. 

Desde luego, aquellos y aquellas para quien las defendí no habían atentado contra ninguna Constitución, ni usado dinero público para sus acciones, ni dispusieron de un marco democrático en el que defender sus ideas.

Pero hay algo más; aquella amnistía tenía un valor añadido: era una estrategia. ¿Hay estrategia detrás de los indultos, salvo garantizarse el poder con el voto de Esquerra?

Si ustedes me dicen que se ha acordado una inserción de Catalunya en un proyecto democrático español, que se han negociado veinte años de pacificación civil en Catalunya, y otros veinte de cooperación institucional, quizá el firmante podría entender como natural sacar al personal preso de la cárcel. Dicho sea de paso, la cartita de Junqueras no dice nada de esto.

Pero nada. Carmen Calvo, el tal Iván y Sánchez ya han hecho el discurso: estoy a mitad de camino de ser facha o vengativo. Pues vale, ustedes ya saben que es peligroso tener razón cuando un gobierno está equivocado: habrá que pedir perdón antes de que nos castiguen y envíen sobre nosotros y nosotras a los señaladores de fachas.

Tengo para mí que el tal Iván y Ayuso comenten el mismo error: la asimilación del PP y la ultraderecha.

La portavoz de Gobierno ya empezó la semana calificando de negacionista de la violencia machista al PP, por seguir a Vox, naturalmente. Cosa que ni es rigurosa ni políticamente equilibrada, precisamente. 

También parece, según todas las encuestas, incluidas las amigas de la izquierda de verdad verdadera, que la antaño rentable foto de Colón está electoralmente amortizada.

Por eso resulta una torpeza el discursito de Ayuso que, por cierto, nadie esperaba. Se equivoca la presidenta si no planea dos años liberales, con autonomía de Vox, una formación que tiene el mismo destino de Podemos: resistir para poder aspirar a chalanear gobiernos.

Bien; esta claro: para el solsticio de verano, los políticos presos es bastante probable que anden en las hogueras dando saltitos. Solo nos queda por saber si les dejan alguna de las penas vivas, por el qué dirán.

Entre tanto, ustedes podrán cabrearse vengativamente o ser felices. En cualquiera de los casos, ninguna de las dos cosas les dará un otoño tranquilo en el que ustedes puedan ocuparse de sus cosas.