Propósitos

Ustedes han empezado el año deseando un pinchazo y disfrutando de la nieve. Suena ochentero y no muy bien, se lo digo sin maldad. Cosa, esta del retraso a los ochenta, que daría para un análisis sesudo.

Pero hoy es viernes, y como ustedes llevan más viernes con el cronista que con la vacuna, sabrán que los viernes Don Juan Ignacio Ocaña, el jefe de la Clicktertulia, tiene mandado que de cosas sesudas nada. Los CEO de la radio están de acuerdo, incluso hoy me ha parecido entender algo de salario indirecto: uno de ellos ha hablado de viaje y nieve; aunque no ha dicho nada de trenes ni esquíes, ahora que lo pienso...,en fin, algo raro.

Bien, confesemos el asunto que hoy nos trae aquí. Ni ganas tiene usted de hacer la lista de propósitos anuales. Ni siquiera puede decir aquello de prometo no acostarme tan tarde y tan borracho, cosas del toquecito de queda.

El propósito, sépanlo, es una trampa del mercado. Así, a menos mercado, menos propósitos. Es lo que hay.

Para qué van ustedes a apuntarse a un gimnasio si les encierran cualquier día de estos y volvemos a la repostería y esas cositas. Para qué van a aprender inglés si lo de viajar, qué quieren que les diga y sin ánimo de molestar: ustedes, en el próximo año, no van a pasar de Soria.

Casi todos sus proveedores habituales de propósitos también han cerrado. Todos excepto los resilientes. ¿Quienes son estos? Pues los mismos que antes le ofrecían sus servicios y ahora les ofrecen otros, pero más caros, eso sí.

Por ejemplo, quien antes le perfilaba los labios, ahora le perfila los ojos; quien le ponía cosas en sus preciosos labios, ahora lo hace en la frente. Su dentista, ahora, hace implantes capilares. Es lo que tiene ser enmascarada o enmascarado.

Señoras y señores, a nueva época corresponden nuevos propósitos, si no el gobierno se molesta y le crujen a impuestos. 

Es decir, deben ustedes alinearse con los objetivos del milenio, o sea, los de la chapita que llevan Iglesias y Sánchez en su chaqueta. Es decir, los propósitos han de ser digitales y de movilidad sostenible.

Digitales quiere decir que compren en Amazon, faltaría más. Total, los comerciantes que no han cerrado son como el "paki" de mi barrio, que se ha creído un enfermero y se ha marchado de vacaciones.

Ser digital es muy importante: por ejemplo, al cronista, los Reyes Magos le han dejado un ordenador nuevo, con un procesador que, ni mas ni menos, es hasta cinco veces más rápido que el anterior. 

¿ Para qué quiere el cronista cinco veces más velocidad, fallándole la línea de Telefónica una vez cada dos días...?  Bueno, también tienen ustedes monísimos y carísimos teléfonos para el 5G, un servicio que Telefónica no da en casi ningún sitio, y el cronista no les ha dicho nada.

Lo de la movilidad sostenible es mucho más fácil, dónde va a parar. La publicidad deja notablemente claro que coche híbrido o eléctrico, carísimo de la muerte, se debe comprar usted.

Si usted es hombre rico de jugar al golf a las doce de la mañana, se tiene que comprar un Opel. Si usted es señora modernísima, profesional y de vanguardia, lo suyo es un Toyota.

Por el contrario, si son ustedes una pareja "hípster" y tienen un amigo que sabe pronunciar "approach", el producto es un Citroen, pero si es un biopijo que se adapta al mundo, lo suyo es un Peugeot. Si es un madurito o madurita urbanita que le gusta conducir por la calle Mayor, poniendo cara de correr el Dakar, lo suyo es un SUV Mazda.

¡Ah! que usted es obrero u obrera de la construcción, periodista o de ingreso mínimo vital, entonces tiene dos opciones, el gobierno nunca deja a nadie atrás: siga con su diésel, hasta que le multen tres veces y le embarguen, o contágiese en un transporte público.

Señoras y señores míos: si se empeñan en buscar un propósito, recuerden que, en momentos de tribulación, quizá convenga hacer caso a los poetas.

Por ejemplo, pueden apuntarse a Federico García Lorca que decía, "verte desnuda es recordar la tierra": es un excelente pretexto, quiero decir propósito. Si son más sobrios, hagan caso a a Pedro Salinas: "besar rostros en lugar de máscaras".  Si son más audaces, recuerden lo que aquí nos dijo Antonio Daganzo y dedíquense a "inventar los absurdos más bellos".

Les dejo un consejo, lo que importa no es dónde irá a parar su lista de propósitos, lo que importa es donde empezaron sus sueños. Cuídense y tengan grandes días.

(Clicktertulia. 8 de enero de 2021)

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