Petróleo para “indepes”: llega el empresario gritón
¿Le gustaría llamar ladrón a quien le paga la mitad de su presupuesto?¿Usted gusta de empresarios que animen la inestabilidad?¿Prefiere anticapitalistas que animan a su burguesía y sus élites a apropiarse de los resortes del estado? En cualquiera de los casos tiene un paraíso: Cataluña.
El estado español, su presupuesto y el de sus organismos autónomos, AENA incluido, le ponen, en número redondos, siete millones y medio de euros a la Cámara de Comercio de Barcelona, la mitad del presupuesto, desde hoy dirigida por un lobista del independentismo.
El estado roba a Cataluña, naturalmente, como el nuevo presidente de la "Cambra" ha declarado esta mañana, pero le pone la mitad de un presupuesto, que las organizaciones nacionalistas quieren administrar para que el empresariado se convierta en grupo de presión por la autodeterminación.
Así que si usted va la Cámara de Comercio de Barcelona para cualificar su empleo e insertarse en el mundo laboral, con un proyecto emprendedor, pidiendo recursos para una formación dual, ese tipo de cosas deleznables que paga Madrid, deberá presionar al estado que le paga para que prevarique y apoye a los "indepes", sea usted de la causa o no.
Hoy tocaba ceremonia empresarial y la Cambra de Comerç de Barcelona, tomada electoralmente por asociaciones independentistas, ha sido el escenario donde Joan Canadell, anoten el nombre del próximo padre de la patria, ha oficiado de nuevo presidente.
Canadell, como corresponde a todo portavoz independentista, representa, a la vez, al pueblo y al empresariado y su Presidencia será, como imaginan, ecuménica y, sobre todo, muy profesional.
Por eso, en la línea de mejorar los servicios a las empresas ha animado a los empresarios a convertirse en grupo de presión contra el estado, para que este prevarique y reconozca el derecho de autodeterminación. Ha señalado que la inestabilidad merece la pena ante tan magno objetivo.
Toda una proclama en un órgano que no es representativo de empresa alguna. Data de finales del siglo XIX que las Cámaras de Comercio no tienen carácter de representación patronal.
El tiempo las ha convertido en cosa poco útil. Desde 2011, la pertenencia a las Cámaras de comercio ha dejado de ser obligatoria y las cámaras han pasado a vivir de gestionar subvenciones y de cobrar, sobre todo, a las grandes empresas.
Canadell ha dicho que quiere más recursos y en lo primero que parece pensar es en subir el precio a los asientos del consejo que, por valor de un millón cien mil euros, compran las grandes empresas. También espera meter mano a los millones de subvenciones citados.
Canadell que habla en nombre de todo el empresariado catalán y todo el pueblo, naturalmente, representa la candidatura vencedora en unas elecciones en las que de un censo de 423 mil empresas, votaron poco más de 17 mil, un 4% de participación, que utilizaron en 80% el voto remoto, de dudoso desarrollo. Las elecciones han sido impugnadas por otras candidaturas.
La candidatura no ha sido organizada por animosos empresarios preocupados por el fomento de la riqueza sino por la ANC, el Cercle Catala de Negocis (grupo de presión fundado por el mismo Canadell) y organizaciones como Sobirania i Justicia (del actor Joel Joan).
Había un representante del tejido empresarial en la candidatura, Pere Barrios, que debió dimitir de la asociación de pequeños empresarios que presidía, porque sus miembros apoyaron otra candidatura.
Dice el señor Canadell
que fundó una empresa independiente de petróleo. O sea, que es propietario de
nueve gasolineras. Petróleo para "indepes" y empresario de los que aman el ruido.
¡Ah! Aquellos tiempos en los que al negocio le molestaba el ruido.