No; los obreros no están votando a Vox (1)

13.11.2019

No; los obreros no están votando a Vox. No; los pobres y los obreros pobres no votaban a la izquierda. Si; la derecha hace tiempo que ganaba en los barrios populares de grandes ciudades como Madrid.

Conviene decir que los comunistas que votaban en Marsella eran vanguardistas de clase media, no obreros que luego se desclasaron. No son obreros los que votan a Salvini sino pequeña burguesía empobrecida en zonas ricas: la secesión de los ricos se extiende por el mundo, miren Cataluña.

En todo caso, nunca los obreros se han pasado a la extrema derecha, no en la generalidad con la que se habla. El nuevo nacionalpopulismo, por otra parte, parece tener orígenes distintos.

Respiremos y analicemos despacio, que luego las ideas indemostradas tienen dos efectos demoledores: ignorar lo que de verdad asienta el nacionalpopulismo y desorientar a la izquierda que se pone a buscar obreros fascistas, donde hay clase media enfadada e hijos de clase media empobrecidos.

Por ejemplo, debe saber la izquierda, para no equivocarse, que mantener electorado y gobernar no es, diga lo que diga Iglesias, una "vacuna contra la extrema derecha". En los 62 municipios de Madrid en los que gana Vox, la izquierda mantiene electorado o sus pérdidas son inapreciables.

Los trabajadores y trabajadoras, empezando por los inmigrantes, sufrieron primero y más la crisis. Pero el drama del bienestar recortado no lo puso en la calle la clase obrera sino los hijos de la clase media.

Vox ha cambiado ligeramente, se dice, respecto a Abril. Apunta maneras de antiglobalismo, de excluidos por la globalización, En realidad, no tenemos en España sectores económicos hundidos que no fueran asistidos en los ochenta ni afectados por el comercio internacional.

Tenemos jóvenes "nini" (sin formación ni trabajo) e hijos de clase media empobrecidos. Hay una razón por la que la derecha debe preocuparse tanto como la izquierda: son las cohortes de población joven, que ya no votaban a la izquierda, las que cambian de campo.

No pontificaré ante ustedes, pero me atrevo a sugerir algunas ideas. En los dos textos que les propongo diré que es el nativismo (una forma aparentemente patriótica de ver la inmigración), el descrédito democrático - que inició el populismo de izquierda, por cierto - y la debilidad del estado del bienestar para las clases medias (amenaza de impuestos incluidos) lo que justifica la subida de Vox.

Ya supimos en Abril que había una fuerte relación, estadísticamente muy relevante, entre el porcentaje de votos obtenidos por Vox en algunos municipios y el porcentaje de inmigrantes. Mientras, la correlación del porcentaje de votos a Vox con el porcentaje de inmigrantes procedente de países europeos es la mitad que el porcentaje de influencia de la inmigración africana, la influencia de la latina es irrelevante.

¿Se han convertido los españoles en xenófobos súbitamente? Los procesos sociales no son súbitos. No es descartable, en primer lugar, que la devaluación del patrimonio de la clase media, en España fundamentalmente inmobiliario, debido a la concentración barrial y local de inmigración, haya ido poniéndose de relieve lentamente por el mercado. Que la ausencia de formación y la concentración de desempleo en los jóvenes haga nacer un "nativismo" antes no percibido.

También puede deducirse de algunas encuestas que la ciudadanía no rechaza tanto la inmigración como una hipotética expulsión del sector público de las clases medias y sus vástagos (subvenciones). Vox acabará siendo no solo proteccionista, sino benefactor. Y si no, al tiempo.

La exclusión de lo público se produce, piensan esos sectores, a causa de personas a las que se niega capacidad de integración. Que la inmigración latina o del este europeo, más violentas por ejemplo que la africana, no produzcan rechazo estadístico es, en este sentido, relevante.

Si no se despeja, entre otras cosas, la ordenación de la inmigración y la, falsamente conexa, seguridad no se resolverá la "ansiedad económica" que surge cuando la emoción conecta las dificultades económicas con problemas socioculturales.

Me temo que eso no lo arreglan los presupuestos de acordados por PSOE y Podemos, volcados en temas sociales que gustan a la izquierda pero no resuelven el problema nacionalpopulista, La agenda política tendrá que ir por otro lado. Esa es la capacidad de contaminación que la repetición electoral ha regalado, los costes de la tontadica.

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