Más país del que usted me habla: el riesgo tóxico
Eurocomunistas, socialdemócratas y quienes os sentís herederos de la cobarde transición. Demócratas de derechas, conservadores constitucionalistas, nacionalistas demócratas. Les sobramos.
Traidores a la clase obrera, vendidos a los sillones. Los que afirmabais dejar una España que no la conocía la madre que le parió y payasos tristes de la izquierda, derechita cobarde que fuisteis alternativa. Incluso los que creíais haber pactado que no os destetaríais en una iglesia, a cambio de que no insultaran a vuestros muertos.
Todos y todas, estamos en el basurero de la historia, allí nos han puesto, abandonad toda esperanza, el oportunismo populista, la política del tuit, la factoría de los relatos y el liderazgo ramplón.
Ahora ya no somos la España democrática, constitucional, en la que ustedes creían vivir. Se acabo, somos, simplemente, un territorio, un grupo de paisanos, incluso una tira de un abanico (país).
Una parte de los que les llamaron vendidos a la socialdemocracia corrupta, ha decidido presentarse a las elecciones, para apoyar a la socialdemocracia corrupta. La otra parte de los quienes les acusaron de venderse por sillones les ha dejado sin gobierno, porque no les daban sillones.
Los que vinieron a renovar les han dejado en manos del bipartidismo. Los chamanes que quieren convertir en tribus a sus cosmopolitas pueblos, a golpe de violenta independencia, ocupan hoy las noticias.
Si; estamos cabreados y cabreadas.
Smith, mamporrero de los "espinosa", mentiroso que debería abandonar las instituciones, simplemente, un hijo de puta más venal que los propios franquistas. Casado y su peña que no saben si desfilan tras la burradas del Smith y Abascal o quieren gobernar. Rivera dice ahora que sí a lo que lleva meses diciendo que no.
Favores de unos y otros a Sánchez que, ahora, quiere España y quiere gobierno, cuando hace dos días pasaba del asunto, porque ahora teme la abstención y la esperada fanfarria catalana.
No somos ciudadanía de un estado, sino simple paisanaje. Paisanos y paisanas condenados a la inestabilidad, a las ocurrencias y a la agenda de muñidores de relatos ajenos a cualquier realidad.
Y ustedes con razón, como el que suscribe, se piensan si debemos votar a esta tropa. En realidad, lo que necesitamos son dos cosas: un gobierno, sí; pero también un voto estratégico que nos libere de tanto liderazgo tóxico, divisivo, que nos conduce al conflicto y al bloqueo permanente.
La pluralidad, tan excitante como reclamada durante años, ha fracasado, convertida en territorio de medradores.
Más País, populismo con cara de compañero de viaje, no se propone resolver nuestros problemas sino capturar los votos del populismo de los sillones. Los de Podemos se proponen resistir hasta que dure la hipoteca de Galapagar.
Los de Rivera buscan ser socios de lo que sea, antes de que la ola de nuestro cabreo se los lleve, Sánchez, solo quiere ser Sánchez, aquel que siempre sobrevive.
Vale, no tenemos alternativa al deterioro del panorama político. Hemos de buscarnos la vida el 10 de noviembre para que nos den un gobierno y para prepararnos para un futuro con nuevo personal,
Más país del que usted me habla, sea el populismo que sea, de compañeros de viaje, buscadores de vicepresidencias o vindicadores del más cruel fascismo, no nos lleva más que a sumar desastres al desastre que ya hemos acumulado.
Votemos contra los liderazgos tóxicos. Una pena, el tiempo perdido, las plazas ignoradas, las renovaciones traicionadas.