La vampira que podría ser ministra de Hacienda
12.05.2021
Es, por supuesto, antes de amanecer. El ruido de un carro desvencijado alerta a la planta. Las ruedas no están aceitadas; es aposta: debemos saber que nuestra sangre cambiará de sitio.
Los pacientes nos giramos, como cuando descubro a Manolito, mi gato, durmiendo en mi cama, y se gira como si no fuera con él. Pero Manolito y los infectados sabemos que sí: es inevitable, ella, la vampira se llevará nuestra sangre.
El cofre se queda fuera, solo imaginamos los ancestrales instrumentos de tortura. Unos tubitos y su sonrisa nos van vaciando. Acaba con una sonrisa prometedora: volverá. Como no hay sol, te deja exhausto, pero sin desayuno.
Afirma mi amigo y poeta Antonio Daganzo, en magníficos versos, que bajo la sangre discurre el lenguaje de la música. Mi querido Antonio, hemos hecho un sondeo aquí en la comarca de insanía y no acabamos de pillar de todo el concepto.
Si hemos estado de acuerdo en que la vampira podría ser ministra de hacienda: te deja sin sangre y luego no te da la prestación.
Es lo que hay, la chica no parece, eso sí, de las Montero de Hacienda, parece menos enredadora, por ahora ni nos cobra peaje de pasillo ni el IVA del intercambio sangriento,
El problema de la ministra de Hacienda no es que nos tenga que sacar la sangre por eficiencia fiscal o técnica. Podríamos hablar del ferrocarril, los efectos en la España vacía de las redes, etcétera. Es un debate largo en economía.
El problema es el deterioro de la Red, el déficit y los niveles de endeudamiento. Dos últimas razones que operan en el caso de los IVA reducidos que tanto le encantan a la enredadora ministra, los precios de la energía y esas cositas, que van en unas fichas de colorines que guarda el dueño de las llaves del calabozo en la Moncloa,
Cosa que conduce a que no sean las clases altas las que paguen sino clases bajas y medias, me vengo sospechando que esto de castigar a quien se dice proteger va mucho en los papelitos de Bruselas que no acaban de aparecer del todo.
Mañana,el carro de la vampira volverá a buscar nuestra sangre y nos dejará un rato bueno sin desayuno.Le preguntaré si quiere ser ministra de Hacienda. La filosofía pillada la tiene.
Los pacientes nos giramos, como cuando descubro a Manolito, mi gato, durmiendo en mi cama, y se gira como si no fuera con él. Pero Manolito y los infectados sabemos que sí: es inevitable, ella, la vampira se llevará nuestra sangre.
El cofre se queda fuera, solo imaginamos los ancestrales instrumentos de tortura. Unos tubitos y su sonrisa nos van vaciando. Acaba con una sonrisa prometedora: volverá. Como no hay sol, te deja exhausto, pero sin desayuno.
Afirma mi amigo y poeta Antonio Daganzo, en magníficos versos, que bajo la sangre discurre el lenguaje de la música. Mi querido Antonio, hemos hecho un sondeo aquí en la comarca de insanía y no acabamos de pillar de todo el concepto.
Si hemos estado de acuerdo en que la vampira podría ser ministra de hacienda: te deja sin sangre y luego no te da la prestación.
Es lo que hay, la chica no parece, eso sí, de las Montero de Hacienda, parece menos enredadora, por ahora ni nos cobra peaje de pasillo ni el IVA del intercambio sangriento,
El problema de la ministra de Hacienda no es que nos tenga que sacar la sangre por eficiencia fiscal o técnica. Podríamos hablar del ferrocarril, los efectos en la España vacía de las redes, etcétera. Es un debate largo en economía.
El problema es el deterioro de la Red, el déficit y los niveles de endeudamiento. Dos últimas razones que operan en el caso de los IVA reducidos que tanto le encantan a la enredadora ministra, los precios de la energía y esas cositas, que van en unas fichas de colorines que guarda el dueño de las llaves del calabozo en la Moncloa,
Cosa que conduce a que no sean las clases altas las que paguen sino clases bajas y medias, me vengo sospechando que esto de castigar a quien se dice proteger va mucho en los papelitos de Bruselas que no acaban de aparecer del todo.
Mañana,el carro de la vampira volverá a buscar nuestra sangre y nos dejará un rato bueno sin desayuno.Le preguntaré si quiere ser ministra de Hacienda. La filosofía pillada la tiene.