Desde mi caverna, día 72: madrugar, para estar más tiempo sin hacer nada

25.05.2020

"Salimos más fuertes". No; no es que hayan hecho ustedes ejercicio. Es que, en un alarde de información de interés general y periodismo de datos, los editores de los cuatro periódicos más relevantes del país, hay que corresponder a los milloncitos puestos por Moncloa, salen con publicidad del Gobierno en portada encartada: "salimos más fuertes", dicen.

Una patrañita de La Mocloa. No hay más dinero, más recursos, ni más salud que cuando nos confinamos. El Ministerio de la Verdad y la Neolengua, se lo tengo dicho, trabaja duro. Treinta mil vidas después no se es más fuerte, precisamente.

En realidad, salimos con más del treinta por ciento de la población activa protegida; sin estrategia económica de futuro; sin saber cuál es el nivel real de caída de riesgo y esas pequeñas cosas. Pero, vale,, salir, salimos.

Dice Don Ricardo Martín, con buen tino, en la clicktertulia, que no es sensato que la respuesta a la llegada de la fase uno es que los buscadores turísticos se colapsen. Es evidente que el Gobierno ha renunciado a organizar cualquier cosa que no sea la fiesta, aceptando las presiones de Comunidades Autónomas y el resto.

No hay votos para más alarma- solo Ciudadanos persiste en ponerse a tiro, Arrimadas no es celosa- y los profesionales de los líos han agotado el margen para tontadicas del gobierno, a corto plazo. Así que, como hay que recuperar confianzas perdidas, no podemos gastar esfuerzo en poner alarmas.

O sea, que lo que hasta ayer era científico de la muerte, ahora ya es lo que se pueda: o sea, rebajas generales.

Hoy ha sido día de festejo. Les han soltado a ustedes de los balcones y me madrugan para ver a su tabernero. No cabe duda de que ir al siquiatra o al filósofo, su tabernero es ambas cosas, debiera estar pagado por la Seguridad Social y ayuda sin duda a la economía, pero darse un madrugón para pillar sitio en la terrazita es pelín exagerado.

Vamos, un poquito de prudencia, queridos y queridas enmascarados, que no se puede volver a enero; no hay reseteo, no pueden ignorar que lo sucedido ha acontencido. Los que nos faltan y ustedes mismos se merecen un poquito de prudencia. Que no hemos acabado esto.

El que ustedes vayan a la suya, tiene una ventaja: el gobierno, en lugar de vigilarles a ustedes, se vigila a sí mismo.

Marlaska cesa a quien puede, cierra la calle de Ábalos, por si acaso, protege de los jueces a los administradores de la pandemia, atiende al enredo de Iglesias y cosas por el estilo. 

Lo que era cuarentena turística se levanta. Torra también está de fiesta. Pide miles de millones y los despreciados españoles del año pasado, ahora, son convocados a fastuosas tardes de playa.

Son días de pelillos a la mar. El desastre de Bildu se arregla como corresponde: más pelas y más competencias para el PNV. Más cariñito para la patronal y de lo de Europa se ocupa Calviño, que para eso es la seria. También en el Gobierno madrugan, para estar más rato sin hacer nada.

Dice el socialista y presidente manchego, García-Page que el Congreso se ha convertido en un "zoco político" en el que se mercadea con los votos. Que la minoría del gobierno se ha convertido en la mayor operación de clientelismo político que conoce la democracia española ya ha sido dicho aquí. Que el "mercadeo" afecta a la seguridad jurídica y política que requerirá la reconstrucción es también un hecho.

Hoy los periódicos, tras el lema del Ministerio de la Verdad y la Neolengua, presentaban una auténtica página de sucesos. Madrugar para estar más tiempo sin hacer nada, mientras la agenda judicial nos rodea. Es lo que viene.

Estimados y estimadas. Salimos, eso sí, salimos: por favor sean prudentes. Hoy pude ver a mi nieto y mis nietas, me dicen que ya falta poco. Y yo les creo. A mi nieterío le sabría mal, muy mal.

Banda sonora: Arcade Fire, Wake up

Fotografía: Taberna, noche y distancia

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