El 29 de enero, o sea ya, se celebra el año nuevo chino. Sí; ustedes esperaban unos dragones coloridos, unos globitos monísimos y, acaso, unos rollitos de primavera. Pues no. Para celebrarlo, un chino se coló en la fiesta de los amigos raritos de Trump y les ha dado un susto de muerte.

Esta semana, hemos vivido dos acontecimientos planetarios. En primer lugar, la toma de posesión de Donald Trump, fuente de noticias para los próximos cuatro años, por lo menos y el foro anual de Davos, en el que las élites mundiales escasean cada vez más, mientras siguen haciendo profecías sobre lo que nos ocurrirá.

Purria es un americanismo que transmite que algo es de mala calidad. En eso se fue convirtiendo el paquete fiscal del Gobierno, a medida que la señora Montero, de los Montero de Hacienda, manoseaba la fiscalidad y troceaba la negociación hasta hacerla incomprensible, pactar una cosa y su contraria, remitir un impuesto no para mejorar los bienes...

En economía se conoce como "miopía selectiva" al hecho de percibir de inmediato el movimiento de una variable y percibir más tarde la de otra relacionada que la compensa.

Nos hemos llevado esta semana una pequeña alegría: un tribunal, de cuya existencia no teníamos conocimiento, ha suspendido los aranceles trumpianos. Otro, sin anular la sentencia anterior, dice que, de momento, puede seguir poniéndolos, en una carrera que acabará, seguro, en el Supremo. Dicho esto, con el asunto judicializado, nadie va a tener...

Vamos a ver Pedro, reflexiona, coño, reflexiona. Sí, otra vez, que la última no ha salido bien. Vale, estabas y estás enamorado y eso siempre despista, pero convocar al núcleo duro del socialismo realmente existente y a la fontanería, no ha funcionado. Tontadica tras tontadica, hasta la victoria final. Conclusión: la hemos liado.

Les confieso a ustedes y me lo confieso a mí mismo: no me siento un "eurofán", una condición que adquirí en familia en el 68, cuando soñaba con los "twelve points" y que ha acabo convirtiéndose en apuestas sobre si España superará el puesto 16.

Hace dos semanas, el cronopio Don Juan Ignacio Ocaña se vio compelido, no sé por qué razón, a recordarle al cronista la opinión del cronopio mayor de España, Don Mariano Rajoy, acerca de las botellitas de agua, cuya forma de novedosa apertura no parece agradarles.

A veces la vida nos ofrece notables descubrimientos. Por ejemplo, se puede ser un director de cine, más o menos tolerable, y un necio o estúpido, lo que viene siendo un gilipollas, al mismo tiempo. También, hemos sabido que se puede ser transexual, profeta de la diversidad y racista, a la vez.