Los pobres van ganando, dicen

21.04.2021

Los de Catar van ganando; aman tanto el fútbol que tuvieron que sobornar a los de la FIFA para tener un mundial. Aman tanto a los jugadores que les harán jugar a 40 grados a la sombra. Aman tanto a los pobres que han puesto a esclavos a construir los estadios. A ver si te enteras Florentino de lo que es amor al deporte.

Ha ganado Arabia Saudí, paraíso de los derechos humanos, que podrá comprar ese pequeño equipito inglés que Johnson, ahora sí, le pondrá en bandeja. Ha ganado el ruso rico, expatriado del país de su luchadora hinchada (Chelsea) por defraudador fiscal y otras cosillas de nada.

Ha ganado la FIFA, sede de corrupción, a la que tanto gustan los pobres que les impide entrar a los estadios vacíos en los mundiales, porque regalan la mitad de las entradas a los patrocinadores que pagan a quien deben pagar, no sé si me entienden.

Ha ganado la UEFA que esa sí que ama el fútbol. Ceferin, ese ético muchacho, tan apasionado, que perdona que no se cumpla el "fair play" financiero a los jeques. Ese gran hombre que ama tanto a los jugadores que ha inventado una competición para que jueguen una decena de partidos más que, por cierto, no verá nadie.

Ha ganado el presidente de la Federación Española de Fútbol, portavoz de los pobres, que quiere que la final de la Copa del Rey se juegue en Arabia Saudí, paraíso de los derechos humanos y éticos, porque gana una pasta para pagar sus gastitos.

Ha ganado Tebas, protector de todos los hijos futboleros del mundo, empezando por el suyo en Fuenlabrada donde se le concedió oportuna gratificación. 

Tebas, el protector de los derechos televisivos de Roures y sus mamandurrias, mientras el Gobierno le rescata por las deudas que el pobre ha dejado por medio mundo. Él que ama tanto a los jugadores que quiere llevar un Real Madrid - Atlético a Miami, que es un viajecito de nada y los fans están deseando ir a Florida.

Ha ganado el pobre y nada elitista Beckham que, con los impuestos que no pago en España y sin discriminación de ningún tipo, se hizo rico y se ha comprado un equipo de futbol en una competición, por supuesto, privada.

Ha ganado Piqué, ese pobre muchacho, que defiende a los fans; él que, además, sacrificándose, privatizó la Copa Davis y le quito las finales a los que habían hecho el mérito de llegar.

Ha ganado Simeone, el defensor de los pobres, el entrenador mejor pagado del mundo, que ha obligado a su club a quitarse jugadores para cumplir el "fair play" financiero y poder cobrar.

Ha ganado Guardiola que, después de llamar a su jeque para que subiera unos céntimos el gas y comprarle el defensa que le falta, iba a preocuparse  por los trabajadores esclavos que construyen campos en Catar, por los encarcelados y el respeto a los derechos humanos, pero ha tenido que distraerse con este asunto de la "Superliga".

Tiene razón Monchi, otro vencedor: qué grandes eran aquellos tiempos en los que los fans hacían manifestaciones para que Felipe Gonzélez prevaricara y no bajara a segunda a un club que no pagaba; para que los otros colegas jugaran unos partidillos más de nada. Qué hermoso era tener un presidente que ponía pasta... con mordidas que se hacían en Marbella.

Ha ganado el fútbol de antes, donde había presidentes de verdad amantes de los pobres, constructores creadores de riqueza, que con prácticas venales hicieron descender al "Depor" o al Zaragoza, `por un poner.

Ha ganado ese futbol que le robó el equipo a los del Valencia y a la Ciudad un estadio. Qué hermoso es luchar por los pobres como hacen los de Singapur.

Sí, sí, ha ganado el fútbol ético, ese que dejaba deudas en Hacienda y la Seguridad Social. Qué hermoso será ver a equipos que no pagaran a sus jugadores y ver a los fans hacer manifestaciones para que los Ayuntamientos pongan pasta para que no desciendan. Qué bonito.

Se me ocurren unos diez argumentos para poner en duda la llamada "Superliga". Ninguno tiene que ver con los cínicamente expresados por tanto gritón. Pero, en fin, cuando jeques, especuladores y demás, se queden con el fútbol ya llorarán ustedes.

Han ganado los pobres, dicen. Y uno que cuando las cosas se ponen en ricos contra pobres se pone nervioso, les dice a ustedes que ese viejo futbol del que hablan hace cuarenta años que no existe. Lo que si funciona bien es la hipocresía populista. Eso sí.

#EstamosContigoPresi estaba pensando titular esto, pero me he distraído pensando en los penalties que nos van a pitar en los partidillos que nos quedan.

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