La campaña en MadridZ(14): Ayuso, la "niña tonta" que jugaba con una bomba nuclear

Nada mejor que regalarle a la derecha una subidita de impuestos, aunque la hayamos escondido, u ocultar que se detuvo a dos matones de Podemos, por pasarse de la raya en Vallecas. Está en todos los manuales electorales.

Siendo la izquierda de verdad verdadera la protectora de las rentas bajas, tiene su gracia que uno de los miles de millones que busca la Montero ( de los Montero de Hacienda) los saque de las rentas menores, que son los que hacen declaración conjunta. Para que me entiendan, fetén, fetén.

En cuanto Ayuso salga de los toros a los que va un día de estos me parece, seguro que se le ocurre algún comentario para que se lo queden ustedes el día de reflexión. A lo mejor, hasta les propone una mayoría absoluta para bajarles el IRPF lo que le sube el gobierno de la reconstrucción. Por Dios, que suplicio para el personal de izquierdas.

Porque Ayuso era, saben ustedes "la niña tonta". Si ustedes se imaginan que la Asamblea de Madrid es un colegio, cosa nada difícil, y recuerdan lo que decían en ese "cole" sus Señorías, casi da para denunciar abuso escolar.

Era una "niña tonta, inepta y presuntuosa", y además ni era rubia. Había que estar tranquilos; ella sola caería; la izquierda, al fin, alcanzaría la gloria, Sánchez y Redondo bailarían una conga en La Moncloa. Y si hacía falta, siempre tendríamos a mano a Aguado, que ese sí era listo. centrado y antifascista.

El discurso olvidó un pequeño detalle: la "niña tonta" tenía un arma nuclear y cuando se olió que igual le hacían una "murciana" o que la cosa le iba bien, apretó el botón.

Primera consecuencia, Aguado, el listo, por la gatera de la historia y el voto de Ciudadanos a la buchaca; segunda, la izquierda en confrontación entre ellos.

Y puesto que la confrontación requiere tensión y radicalización, para animar el voto, la izquierda ha repetido la estrategia de pandemia de convertir a Ayuso en la opositora de ... Sánchez. Cosa que no había logrado ningún lendakari hasta la fecha y que se ha demostrado un éxito. 

Hay una segunda cosa a la que la ilustre izquierda nueva -Mas Madrid, Podemos y la parte de la vieja que Iván Redondo controla- le ha pasado desapercibida: los partidos existen y, como existen, ponen asesores, definen estrategias y evitan que la candidata cometa errores, tendencia de "la niña tonta" en la que muchos confiaban.

EL Partido Popular ha reconstruido cierta unidad del centro derecha en Madrid, recuperando lo que siempre le funcionó: un Madrid de clases medias, que la izquierda ha ido abandonando a medida que desaparecía el legado Leguina, reconstruido por Gallardón.

Y a medida que ha empujado el voto más joven, sin formación y empleo, en manos de la derecha, haciendo políticas tan ilustradas y tan "sanchistas" que una parte de esa generación no ha entendido. Por cierto, los que la han entendido y les conviene votan a Mónica García y no al PSOE. 

Ayuso barre en los "nini", los hijos pobres de las familias pobres que hacen declaración conjunta. En realidad, Ayuso, lo dice Tezanos, barre en todas las clases sociales y en todas las edades, especialmente en todas las clases medias.

Vale, si suman la simpatía que pone Tezanos "los "trabajadores" que quedan, o sea funcionarios y grandes empresas, es el único espacio social donde el PSOE gana, lástima que sean minoría y lástima que la izquierda abandonara el interclasismo del estado del bienestar.

Estando en campaña, yo lo entiendo, conviene decir que Ayuso es de VOX y fascista, es la aportacion de Hana Jalloul a la campaña. Por supuesto, el 42% de madrileños y madrileñas lo son y si me apuran hasta los que somos de izquierda nos ha puesto Iglesias y la ministrada de Sánchez bajo sospecha.

Viva la "madrileñofobia". No obstante, camaradas, conviene no caer tan bajo como para creerse la propia propaganda.

Bien, ya sabemos que en Madrid, ciudad bravía, hay un cuarenta y dos por ciento de fascistas. Sin embargo, el drama de la izquierda en general y del PSOE en particular, según el consenso demoscópico a fecha de hoy, es que lo que Ayuso se ha quedado es el centro. Vox va a sacar lo que tenía.

Eso es así porque la tradición liberal de Gallardón y Aguirre - solo distintos en el imaginario mediático de PRISA- siempre estuvo ahí, sin que la izquierda se lo oliera.

Desde que Simancas dijo " igual no me lo merezco, vale" hasta la fotito de Sebastián, desde la "Trini" y "Pepu" hasta Gabilondo, un PSOE  crecientemente podemizado ha abandonado la idea de alternativa.

La desaparición del centro, capturado por Ayuso, no es otra cosa que el fin de la utilidad de un partido. Pero también producto de una percepción de un importante sector social que ha vivido como agresión política algunas "ideícas" del Gobierno, trufadas de madrileñofobia. Así se construyo, camaradas, la cosa "indepe", miradlo por si acaso a Redondo se le ha ido la mano.

Desde Zapatero, estamos huyendo del estado del bienestar, del pacto que lo hizo posible, para ser de izquierdas de verdad verdadera y del frentismo. Lo dice hasta Tezanos, que solo leéis la primera página. Parece que queda poco tiempo para ganarle al consenso demoscópico, además aparte de impuestos y ruido como que no oímos otras cosa.

Se acabó, es su turno, estimados y estimadas enmascarados madrileños y madrileñas.