Desde mi caverna, día 63: el isidro demediado

16.05.2020

Vean el asunto: no están ustedes en la fase 1, que no es la primera, porque antes había una anterior, pero tampoco están en la otra, porque científicamente les han dejado en la mitad. O sea, queridos isidros e isidras, aldeanos incautos de mi aprecio, están ustedes, como diría Italo Calvino, demediados.

No; no llegan a la cosa machadiana de " en su mitad podrido", como el vejo olmo, porque están ustedes sanísimos de la muerte. Debe ser que el virus este es perezosillo y lo de escalar balcones no se le da bien.

El presidente ha vuelto a romper su silencio esta mañana, qué sinvivir. Vamos, que hemos ganado la guerra, doblegado la curva, necesitamos un mes de alarma, que le gusta el asunto, y todo lo demás va bien.

Eso sí, en la guerra queda algún obús y le ha caído a la isidrada, parece. Uno no sabe si es cosa científica o si no. Se diga lo que se diga, que una hora es la movilidad y a la otra la salud primaria y así, desde que se cambió fase uno para el País Vasco a cambio de voto, nadie nos creemos nada, y si no pregunten al barón discreto de Valencia, con mejores números que los vascos.

Ya les advertí que la guerra de Sánchez era mala parábola. Pues sí, tras una decisión, naturalmente científica y razonable, ustedes no pueden ver a su familia.

Como todo es muy razonable, vaya a misa, aunque no sean creyentes o practicantes, más que nada por fastidiar, busquen oportuno museo o, incluso, busque comercio donde hacer compra, eso sí cara, que las rebajas no están permitidas, que el ministro de Consumo no gusta de comprar barato, por que eso no debe dar valor añadido.

El vizconde, inventado por Calvino, partido en dos por una bomba, sus dos mitades sobreviviendo por separado, regresan a su pueblo, como ustedes tras recibir el obús viven en la Villa y Corte, en fiestas del santo patrón, demediados, al cero coma cinco.

Aceptemos que guiados y guiadas por nuestra parte buena, habremos de permanecer en nuestros balcones. Porque esto, señores y señoras mías, es como las ferias a las que ustedes gustaban de ir por San Isidro: serán seis toros, seis, y serán a las cinco de la tarde, pero solo si es "con permiso de la autoridad". Y no; no lo hay.

Así que ya saben. Como la parte correspondiente del vizconde demediado, sigamos practicando el "buenismo" propio de los balcones: aplaudan, sonrían al vecindario, hagan yoga, hablen bien de la autoridad competente. Háganme caso.

Dejen que su parte mala desate sus improperios cuando cierren el balcón. Sueñe en que algún día opinará usted con el modo más truculento inventando por el ser humano: la papeleta y la urna. Que tiemble aquel o aquella que le haya disgustado, que vaya usted a saber quién es, que usted es muy suyo y derecho tiene a criticar a uno u otro..

Aproveche su condición demediada para observar eso sí, como en la novela de Calvino, a los abundantes secundarios que rodean su condición.

Mire con recelo a la intransigencia y fanatismo casi religioso que, como hugonotes de novela, se cuelan en sus calles, disfrazados ora de venganza patriota, ora de búsqueda de fascistas. Recuerden que ustedes están demediados, pero no debieran ocupar su tiempo en odios o miedos.

Observe, con más recelo al que "es estudiante notable... de un libro solo". como el ministro de Consumo, dispuesto a arruinar el 11% del PIB y el 13% de empleo, en nombre del valor añadido del turismo.

Huya de tanto científico de guasap que le ilustra con doctas explicaciones sobre movilidad, epidemiología, observación precoz y todas esas cosas que, luego, no se sabe muy bien si sirven para algo.

Queridos isidros e isidras, sepan, aldeanos incautos que no tuvieron la suerte de ser voto necesario al modo vasco, que volveremos atrás y seremos enteros. Quizá un día deje usted de ser demediado y solo será, como también dijo Calvino, un isidro "rampante", pero eso ya se lo explico mañana, si eso.

¿Cómo seremos, isidros e isidras, cuando no seamos demediados? Lo dijo Italo Calvino del vizconde Medardo: "ni bueno, ni malo, una mezcla de bondad y maldad,..., no diferente del que era antes de ser demediado, Pero tenía la experiencia de las dos mitades refundidas en una sola, por eso tenía que ser muy sabio".

Anticipen su sabiduría, permanezcan en casa, salvo que vayan a orar o tengan un irreprimible deseo de museo: volveremos a ser uno o una. Mi nieto y mis nietas, que al ser pequeñajos no les llega para ser medios, dicen que todo saldrá bien. Y yo les creo.

Banda sonora: Estopa. El del medio de los Chichos

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar