De despiadados a antipatriotas

05.03.2023

¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta y perder dinero en impuestos mil u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia? Morir como despiadado o morir como  patriota  que es dormir.

El Sr. Pino resolvió el dilema. Nadie sabe cómo ha sido, pero Ferrovial se ha ido. En términos más o menos estrictos, pagarán en España impuestos muy similares a los que estaban pagando, mantienen el empleo y licitarán a obra pública, cosa que en el Unión Europea no se puede prohibir. ¿Por qué este griterío del Gobierno?

Total; que el Señor Del Pino ha hecho su maleta, dónde ha incluido un ajado manifiesto comunista donde tiene subrayada una frase notable del preámbulo: "la estrechez y el particularismo nacionales resultan de día en día más imposibles". De dónde resulta no solo que los marxistas no son nacionalistas, sino que los capitalistas tampoco.

La andanada del Gobierno sobre Ferrovial tiene tanto de relato fariseo como de absurdo económico. ¡Oh, cielos, el Gobierno ha descubierto que las empresas "españolas" no son "españolas"!

Sepan ustedes que casi el 50% del IBEX 35 es de mayoría extranjera, que Ferrovial tiene todavía más capital foráneo y que muchas empresas bandera ya cotizan, ganan dinero y pagan impuestos fuera de España, a través de filiales: Iberdrola (Evergreen), ACS en Alemania. Por poner unas pocas. Iberia sigue siendo española, gracias a la fusión con Air Europa, porque, si no fuera por el Brexit sería Británica y así sucesivamente.

La patria de las empresas son sus accionistas, es lo que tiene el mercado libre y el despiadado capitalismo. Por cierto, quien convoca al capital extranjero a invertir en España es el Gobierno. En encuentros anuales, es el Gobierno de España, desde siempre, quien llama a inversiones que se quedaban en Madrid y Cataluña.

Hubo un momento que el PSOE y acompañantes decidieron hacer una enmienda a las políticas de González y Zapatero, peligrosos derechosos: once modificaciones del impuesto de Sociedades, una de ellas inconstitucional.

Por hablar de la seguridad jurídica y la fiscalidad que, por cierto, irrita mucho al gobierno y más a los CEO, que son los que más quieren irse. Ferrovial dejará de pagar en España apenas una treintena de millones, si suman lo de los "influencers" que se han ido a Andorra o de los futbolistas con empresas cobrando en el extranjero (Piqué es un patriota) salen más pérdidas.

El problema es que los inversores extranjeros no obtienen en España, paraíso de la economía mundial de verdad, verdadera, la rentabilidad que buscan.

La bolsa española no es una bolsa es un bolsín. Ni los niveles de contratación ni los rendimientos son lo elevados que, en un contexto inflacionario, los inversores reclaman. 

La liquidez del capital extranjero está, fundamentalmente, en fondos. Así que cuando se llama al capital extranjero, sin el que dice el propio gobierno, no hay crecimiento, hay que saber a quién se convoca y qué pide.

Los inversores de Ferrovial quieren cotizar en la bolsa Neoyorkina que ofrece más rendimientos y está en un país donde Ferrovial ha logrado notables inversiones. Así, entre ustedes y yo, un aeropuerto en USA o Inglaterra no es lo mismo que una carretera en Cartagena, sin ánimo de molestar a los cartageneros que se merecen mejores infraestructuras

Para cotizar en Nueva York se exigen rating y calificaciones que ni la economía ni la bolsa española ofrecen. Somos lo que somos. Ahora resulta, que competir por las huídas de la City, cuando el Brexit, reclamaba una política económica y financiera que los holandeses hicieron y los españoles no quisimos o no pudimos, fiscalidad incluida.

Ámsterdam ganó la batalla, Madrid era de Ayuso y había que poner impuestos a los CEO y Barcelona era de los del botellón desordenado, tampoco. Así que nos hemos llenado de "antipatriotas". El día que nos pasen la lista de los que se están yendo a Portugal nos haremos unas risas.

Si, es una cosa de inseguridad. Porque nunca se sabe que pacto se suscribirá de un día para otro, más allá de que su contenido sea más o menos lesivo. Hay que decir que si, durante un año, nadie del área económica del Gobierno se ha comunicado con Ferrovial, ese es el gran problema de seguridad política: saben en Ámsterdam lo que Calviño ignora en Madrid.

Dicen los licitadores de obra pública que el problema no es si Echenique y el populismo realmente existente prohíben a Ferrovial licitar o no, cosa imposible legalmente por cierto. Que el problema es que están dispuestos a dejar desiertos los concursos de inversión. Lo que hay, debido a los precios de salida en contextos inflacionarios.

Bien. Esto es un "desdios" que diría mi colega Ángel Urreiztieta. Pero el caso es que, como diría Félix Rodríguez de la Fuente, el lince ibérico, en forma de populismo cabreado, rodea amenazante al elegante antipatriota que se marcha a buscar mercado en otra pradera. Lo que es, es, camaradas.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar