Ave, el que va a morir de un trombo les saluda
óEsta ha sido una semana de enjundia tributaria. Uno, Gabilondo, no quiere poner impuestos. Otra, Montero, dice que sí. Corrobora Sánchez y niega Calviño. Habrá unos expertos para el asunto: tiemblen. Esto daría para cosa sesuda.
Pero hoy es viernes, y como ustedes llevan más viernes con el cronista que con AstraZaneca sabrán que nos tiene dicho el jefe de la Clicktertulia, Don Juan Ignacio Ocaña, que de cosas sesudas nada. Los CEO de la radio aseguran, incluso, que elevarán notablemente el convenio. (No; si no va a colar).
En fin, estimados y estimadas oyentes: ¡Ave, el que va a morir de un trombo les saluda !
Como portavoz de la cofradía de AstraZeneca, he convocado un círculo telemático para ser elegido, doy las gracias a todas las autoridades sanitarias mundiales, a las autoridades europeas y a la ministra Darias, que propuesta tiene varias, por habernos convertido en "los gilis a los que pusieron la chunga".
Agradezco, muy especialmente, a Antena 3 y a su programa de referencia, El Hormiguero, que, en un ejercicio de responsabilidad periodística, invitaran a la conocida "epidemióloga" Tamara Falcó, para que alertara al país de la grave situación.
Afirma la eminente "doctora" que, al parecer el día de las probabilidades sí fue a clase, no se pondrá la Astrazeneca. Ella ha calculado las probabilidades y tiene muchos riesgos, segurísimo de la muerte, o sea.
Aquí nos tienen en un sinvivir. Darias, que propuestas tiene varias, nos tiene sin saber qué nos pondrán.
La ministra, asesorada por la pandilla Simón, estudia si esto de la vacuna es como ir al carnicero: si no hay picada de ternera, pues se lleva usted la de cerdo; es decir, que la segunda dosis sea de cualquier vacuna.
También es posible que nos quedemos como estamos; o sea, sin segunda dosis. Pero es, naturalmente, por nuestro bien: dos pinchazos sería como pasar de hippies a yonki.
Déjenme que me ría. Por el contrario, los de Pfizer, la cara y la que va a inundar Europa, acaban de afirmar, a través de su CEO, que igual les tienen que pinchar a ustedes tres veces, que con dos se va el efecto en un año. Qué gracia, qué gracia.
En España, señoras y señores míos, se sospecha de 12 casos, 12, entre más de dos millones y medio de vacunados con AstraZeneca, según datos del viernes pasado.
Para que me entiendan. Es más probable que el Cholo gane una "Champions", que a Paquirrín le den el premio Nobel o que Tamara Falcó trabaje de camarera para vivir.
Pero sean bienvenidos a la competencia farmacéutica, a la competencia del mercado de expertos y a los temores políticos a los gritos populistas de los tabloides y tertulias televisivas. Merkel ha dicho que se pondrá Astrazeneca y en el Reino Unido, que usa la Astrazeneca, solo 30 personas murieron ayer, la menor cifra en un año.
A Ustedes, que por su notoria juventud no pertenecen a la cofradía de AstraZeneca, estas cositas les hacen gracia.
Pero señoras y señores, vengo a darles importantes noticias: dado el alto conocimiento de porcentajes que han adquirido nuestros responsables políticos, se avecinan grandes cambios sociales, políticos y tecnológicos.
Puesto que es más fácil tener un accidente de coche o de avión que un trombo, ambos serán prohibidos. Iván Redondo estima que la probabilidad de que Gabilondo gane a Ayuso es la misma que la del trombo. O sea, van a cancelar la campaña de Gabilondo.
La probabilidad de que los autónomos ganen dinero en los dos próximos años es la misma de que el cronista tenga un trombo. Así que el gobierno está pensando si en lugar de suprimir los impuestos, como sugiere Calviño, suprime a los autónomos, como viene a proponer Montero.
Es lo que tienen las probabilidades: son cosa compleja. Como ustedes saben, hay tres clases de ministros: los que saben sumar y los que no. Iglesias no necesita sumar, pasa de probabilidades porque lo suyo no es sumar sino incautar, lo dice él.
No quiero molestarles en tan alegre día de viernes. ¿Pero, de verdad, de verdad, hacía falta convertir una advertencia de riesgo del regulador, inferior a la vacuna de la gripe, la píldora anticonceptiva o el ibuprofeno, en una alarma social y parar una vacuna, que por cierto es la barata?
Mis queridas y queridos enmascarados: no sé si ustedes fueron a clase el día de las probabilidades, pero, por favor, no hagan caso al griterío. Protéjanse, en todo caso, antes de que se vayan de pinchazo con su pandilla: es más fácil contagiarse que pillar un trombo, se lo digo yo.